En una pequeña localidad de Ohio reside la familia LaForche, formada por Curtis, el padre, Samantha, su mujer, y Hanna, su hija de seis años aquejada de sordera. Su modesta vida en el campo resulta tranquila para ellos: Curtis tiene un empleo estable en una compañía minera y Samantha es un ama de casa que ejerce de costurera a tiempo parcial para afrontar los gastos que originan las necesidades especiales de su hija. Cuando terribles sueños comienzan a asaltar a Curtis cada noche, la relación con su familia y el resto de comunidad comienza a tambalearse, aunque nada de esto resulta comparable a sus propios miedos ante aquello que las pesadillas podrían significar. El temor de que sus visiones anuncien algún tipo de catástrofe, quizá incluso el Apocalipsis, le llevará a construir un refugio anti-tornados en el patio trasero de su casa, y su comportamiento se irá haciendo cada vez más extraño. Además, el hecho de que a su madre le hubiese sido diagnosticada una esquizofrenia paranoide acentúa aún más sus personales miedos.